Que se amen los unos a los otros

Evangelio según San Juan. Jn 13, 33-35

Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes… Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado; y por este amor reconocerán todos que ustedes son mis discípulos». Palabra del Señor.

Reflexión de Héctor M. Pérez V., Pbro.:

Este es el comienzo del discurso de despedida que Jesús hace a sus discípulos en la última cena. Parecería como un testamento que Jesús quiere dejar a sus discípulos antes de partir. Esto le da una importancia muy especial a las palabras de Jesús. Salta a la vista inmediatamente la característica principal que Jesús hace de sus discípulos: saberse amados y amarse los unos a los otros. Esto no es sólo una característica moral, saberse amados por Dios y amarse unos a otros, es parte constitutiva de nuestro ser cristiano.

Vale la pena preguntarnos hoy ¿en qué fundamentamos nuestro ser cristiano? Es decir, ¿por qué nos decimos discípulos de Cristo? Todos podremos decir,»por que somos bautizados», o tal vez, «porque vamos a misa» o tal vez,»porque estoy en un grupo apostólico» o los más dirán «porque mis padres y mis abuelos lo son… es decir por «tradición»». Al escuchar este evangelio,¿podremos seguir diciendo lo mismo? Ser cristianos significa sabernos amados por un Dios que se encarnó entre nosotros, vivió, murió y resucitó por nosotros; sabernos amados por un Dios al que le importamos tanto que no escatimó ni en su propio Hijo para que nosotros comprendiéramos su amor.

Y en un segundo momento, ser discípulo de Cristo significa amar como somos amados, perdonar como somos perdonados por Dios, ser solidarios como Jesús lo fue con nosotros.

Nadie da lo que no tiene, por eso Dios nos ama primero, para que como cristianos compartamos ese amor que primero recibimos de él.

PROPÓSITO

Acerquémonos a recibir el amor de Dios. Si estás batallando para amar a alguien, para perdonar a tu pareja, a tu padre, a un amigo(a), o a quien sea; acércate primero a Dios, pídele ese amor, esa misericordia para que entonces la puedas dar tu también. ¿Cómo acercarse a Dios? En silencio, búscalo en la Biblia, en el Santísimo Sacramento (en el Templo), en un rato de meditación, rezando el Padre Nuestro. Como tú quieras, pero búscalo y El te encontrará.

Extraído del Portal Católico www.encuentra.com ( 2001 )

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El vagabundo y el niño

Éramos la única familia en el restaurante con un niño. Yo senté a Daniel en una silla para niños y me di cuenta que todos estaban tranquilos comiendo y charlando. De repente, Daniel pegó un grito con ansia y dijo, «¡Hola amigo!» golpeando la mesa con sus gorditas manos.

Sus ojos estaban bien abiertos por la admiración y su boca mostraba la falta de dientes en su encía. Con mucho regocijo él se reía y se retorcía. Yo miré alrededor y vi la razón de su regocijo.

Era un hombre andrajoso con un abrigo en su hombro; sucio, grasoso y roto. Sus pantalones eran anchos y con el cierre abierto hasta la mitad y sus dedos se asomaban a través de lo que fueron unos zapatos. Su camisa estaba sucia y su cabello no había recibido un peine por largo tiempo. Sus patillas eran cortas y muy poquitas y su nariz tenía tantas venitas que parecía un mapa.

Estábamos un poco lejos de él para saber si olía, pero seguro que olía mal. Sus manos comenzaron a menearse para saludar. «Hola bebito, como estás muchachón,» le dijo el hombre a Daniel. Mi esposa y yo nos miramos, «Que hacemos?» Daniel continuó riéndose y contestó, «Hola, hola amigo.»

Todos en el restaurante nos miraron y luego miraron al pordiosero. El viejo sucio estaba incomodando a nuestro hermoso hijo. Nos trajeron nuestra comida y el hombre comenzó a hablarle a nuestro hijo como un bebe. Nadie creía que era simpático lo que el hombre estaba haciendo. Obviamente él estaba borracho.

Mi esposa y yo estábamos avergonzados. Comimos en silencio; menos Daniel que estaba super inquieto y mostrando todo su repertorio al pordiosero, quien le contestaba con sus niñadas.

Finalmente terminamos de comer y nos dirigimos hacia la puerta. Mi esposa fue a pagar la cuenta y le dije que nos encontraríamos en el estacionamiento. El viejo se encontraba muy cerca de la puerta de salida. «Dios mío, ayúdame a salir de aquí antes de que este loco le hable a Daniel.»

Dije orando, mientras caminaba cercano al hombre. Le di un poco la espalda tratando de salir sin respirar ni un poquito del aire que él pudiera estar respirando. Mientras yo hacía esto, Daniel se volvió rápidamente en dirección hacia donde estaba el viejo y puso sus brazos en posición de; «cargame.»

Antes de que yo se lo impidiera, Daniel se avalanzó desde mis brazos hacia los brazos del hombre. Rápidamente el muy oloroso viejo y el joven niño consumaron su relación amorosa.

Daniel en un acto de total confianza, amor y sumisión recargó su cabeza sobre el hombro del pordiosero. El hombre cerró sus ojos y pude ver lágrimas corriendo por sus mejillas. Sus viejas y maltratadas manos llenas de cicatrices, dolor y duro trabajo, suave, muy suavemente, acariciaban la espalda de Daniel. Nunca dos seres se habían amado tan profundamente en tan poco tiempo. Yo me detuve aterrado.

El viejo hombre se meció con Daniel en sus brazos por un momento, luego abrió sus ojos y me miró directamente a los míos. Me dijo en voz fuerte y segura, «Usted cuide a este niño.»

De alguna manera le conteste «Así lo haré» con un inmenso nudo en mi garganta. El separó a Daniel de su pecho, lentamente, como si tuviera un dolor. Recibí a mi niño, y el viejo hombre me dijo:

«Dios le bendiga, señor. Usted me ha dado un hermoso regalo.»

No pude decir más que un entrecortado gracias. Con Daniel en mis brazos, caminé rápidamente hacia el carro. Mi esposa se preguntaba por qué estaba llorando y sosteniendo a Daniel tan apretadamente, y por qué yo estaba diciendo: «Dios mío, Dios mío, perdóname.»

Yo acababa de presenciar el amor de Cristo a través de la inocencia de un pequeño niño que no vio pecado, que no hizo ningún juicio; un niño que vio un alma y unos padres que vieron un montón de ropa sucia.

Yo fui un cristiano ciego, cargando un niño que no lo era. Yo sentí que Dios me estuvo preguntando: «Estás dispuesto a compartir tu hijo por un momento?»

Cuando El compartió a su hijo por toda la eternidad. El viejo andrajoso, inconscientemente, me recordó: «Les aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.» Lucas 18: 17.

Solamente repite esta frase y verás como se mueve Dios :

“Señor Jesucristo te amo y te necesito, ven a mi corazón por favor.”

Colaboración de Ana Rodríguez ( 2001 )

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Un regalo de Dios

HOLA: Si estas ocupado ahora, no lo leas, marca el mensaje como «No leído» y regresa mas tarde, cuando tengas 3 minutos para leer este correo.

MEMORANDUM DE: DIOS PARA: MI QUERIDO HIJO(A)

Hoy, YO DIOS, estaré manejando todos tus problemas.

Por favor recuerda que no necesito tu ayuda.

Si te enfrentas a una situación que no puedes manejar, no intentes resolverla. Te pido amablemente que la coloques en la bandeja AQSDPH): «Algo que sólo Dios puede hacer». Me encargaré del asunto en Mi tiempo, no en el tuyo.

Una vez que hayas depositado tu problema en dicha bandeja no te aferréis más a él o pretendas retirarlo de allí. El aferrarte o retirar tu problema, solo hará que se retrase la solución del mismo.

Si fuese una situación que tú consideres puedes manejar por ti mismo; te pido no obstante, que por favor lo consultes conmigo en oración, para que puedas asegurarte que tomarás la decisión adecuada.

Debido a que yo no duermo nunca ni me adormezco jamás, no hay razón por la cual tengas que perder tu sueño en la madrugada a causa de las preocupaciones. Descansa en Mí. Si deseas contactarme, estoy a la distancia de una oración.

Además considera lo siguiente: Sé feliz con lo que tienes. Si encuentras difícil el dormir por las noches, recuerda las familias desamparadas que no tienen un lecho dónde dormir.

Si te encuentras atorado en el tráfico, no desesperes. Hay gente en este mundo para quienes solo manejar es un privilegio.

¿Has tenido un mal día en el trabajo? Piensa en aquellos que están por años sin poder conseguir uno.

¿Estás descorazonado por una relación sentimental deteriorada?

Piensa en aquellos que no saben lo que es amar y que jamás han sido amados.

¿Te entristeces porque se termina el fin de semana? Piensa en la mujer con vestidos raídos, que trabaja 12 horas al día lavando ropa ajena, a fin de alimentar a sus hijos.

¿Se dañó tu vehículo en medio de la carretera y lejos de toda ayuda posible?

Piensa en los parapléjicos que con el mayor gusto tomarían tu lugar por caminar la distancia.

¿Has notado que te aparecen nuevas canas?. Piensa en los enfermos de cáncer bajo quimioterapia, que desearían tener tu cabello.

¿Has llegado a los 40 y te has enfrentado a una terrible pérdida y te preguntas: Cuál es el propósito de esta prueba?. Sé agradecido. Existieron muchos que no vivieron hasta esa edad para averiguarlo.

¿Te encuentras en un momento de la vida con que eres objeto de la amargura, ignorancia, pequeñez o envidia de la gente?. Recuerda, las cosas podrían ser peores!!!! tú podrías ser uno de ellos.

¿Sientes que no ayudas a los demás como quisieses?. Parte de la solución está en tus manos; envíales este memorando, podrías, sin quererlo, iluminar el día de alguien más.

Sientes que no tienes un amigo? «Recuerda que uno te envió este mensaje».

La oración es uno de los dones que Dios nos ha dado. No cuesta nada y nos concede cantidad de premios. Sigamos orando uno por el otro.

Lo que sigue no lo leas. Esto solo yo lo leeré para ti porque eres mi amigo.

«Padre, te pido que bendigas a mis amigos que lean esto y ahora mismo, les reveles nuevamente tu amor y tu poder.

Espíritu Santo, te pido que seas la guía para sus almas:

Donde hay dolor, dales tu paz y tu misericordia. Donde hay dudas, renuévales la confianza. Donde hay cansancio, te pido que les des entendimiento, paciencia, y fuerza aprendiendo a amarte. Donde hay estancamiento espiritual, te pido que les reveles tu cercanía, para un nuevo comienzo en la fe. Donde hay miedo, revélales tu amor, y trasmíteles tu fuerza. Donde hay pecado, bloqueando sus vidas, haz que este desaparezca.

Bendice sus finanzas, concédeles mas visión de ti, que tengan el apoyo de amigos para darles fuerza y valentía. Concédeles a cada uno discernimiento para poder distinguir las fuerzas negativas que los afectan, y revélales el poder que tienen en ti para superarlo.

Te ruego me concedas estas peticiones en el nombre de Jesús. Con amor, tu amigo en Jesús.

QUE PASÓ? LO LEISTE…. GRACIAS!!!! TE DIJE QUE ERAS MI AMIGO.

Transmitir esta oración a alguien que consideres tu amigo, les bendecirá a los dos.

Hace poco me lo enviaron y pensé que era momento de compartirlo con vos

ESPERO SEA DE TU AGRADO

Colaboración de Daniel y Bárbara Skowron ( 2001 )

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Bendición

Alguna vez te has sentado por allí y de repente sientes deseos de hacer algo agradable por alguien a quien le tienes cariño?…ESE ES DIOS…que te habla a través del Espíritu Santo.

Alguna vez te has sentido derrotado y percibes algo cuando nadie parece estar alrededor tuyo para hablarte?…ESE ES DIOS… Él quiere hablar contigo.

Alguna vez has estado pensando en alguien a quien amas y no has visto por largo tiempo y la próxima cosa que pasa es verlo o recibir una llamada de esa persona?… ESE ES DIOS…no existe la coincidencia.

Alguna vez has recibido algo maravilloso que ni siquiera pediste?… ESE ES DIOS…que conoce los secretos de tu corazón.

Alguna vez has estado en una situación problemática y no tenías indicios de cómo se iba a resolver y de pronto todo queda resuelto sin darte cuenta?… ESE ES DIOS…que toma nuestros problemas en sus manos y les da solución.

Alguna vez has sentido una inmensa tristeza en el alma y al día siguiente la tristeza ha pasado?. ESE ES DIOS…que te dio un abrazo de consuelo y te dijo palabras dulces.

Alguna vez te has sentido tan cansado de todo, al grado de querer morir y de pronto un día sientes que tienes la suficiente fuerza para continuar?…ESE ES DIOS…que te cargo en sus brazos para darte descanso.

Todo es tan sencillo como….PONERSE EN MANOS DE DIOS…

Piensas que este mensaje te fue enviado accidentalmente?… FUE DIOS…que me iluminó y me recordó que estás ahí, que eres mi amigo y que te quiero mucho. Manda este mensaje a las personas que amas y comparte con ellos el poder de DIOS…

Recuerda y recuérdales que en todo lo que hagamos debemos acordarnos de ÉL, debemos agradecerle todos los días las bendiciones que nos regala y tener siempre fe en que esas bendiciones continuarán multiplicándose.

Le pedí al Señor que te bendijera cuando oré por ti hoy. Que te guiara y protegiera en tu camino. Su amor siempre está contigo. Sus promesas siempre son verdaderas y cuando le damos nuestras preocupaciones sabes que Él nos sostendrá. Así que cuando el camino por el que andas parece difícil, solo recuerda que Dios hará el resto.

Pasa este mensaje a, cuanto menos, 10 personas que quieres que Dios bendiga y no se te olvide regresarla a la persona que le pidió a Dios que te bendijera.

Colaboración de Javier Escudero ( 2001 )

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Para pensar

Satanás llamó a una convención mundial de demonios.

En su alocución de apertura dijo:

“No podemos evitar que los cristianos concurran a la iglesia .”

“No podemos evitar que lean sus Biblias y conozcan la verdad. Tampoco podemos evitar que se entreguen a una íntima relación con su Salvador.”

“Cuando llegan a esa situación con Jesús, nuestro poder sobre ellos se rompe.”

Así, dejémosles concurrir a sus iglesias, dejémosles tener sus reuniones sociales y cenas, pero robémosles el tiempo, así no tendrán tiempo de desarrollar una relación con Jesucristo.

«Esto es lo que quiero que hagan», dijo el diablo :

«Distráiganlos de asirse al Salvador y mantener la conexión vital durante todo el día». ¿Como haremos esto?, los demonios gritaron.

Manténganlos ocupados en trivialidades de la vida e inventen innumerables estratagemas para ocupar sus mentes, él respondió.

Tiéntenlos a gastar, gastar, gastar, y pedir, pedir, pedir prestado.

Persuadan a sus esposas a salir a trabajar por largas horas y a los maridos a trabajar 6 o 7 días cada semana, 10 a 12 horas diarias, para que ellos puedan mantener ese estilo vacío de vida.

Eviten que pasen tiempo con sus hijos. Como su familia se fragmentará, ¡pronto sus hogares no encontrarán salida a las presiones del trabajo!

Sobreestimulen sus mentes así no podrán oír aquella calma, pequeña voz.

Tiéntenlos a escuchar mucho la radio, CD o cassettes cuando conduzcan sus automóviles. A mantener encendidos sus TV, grabadoras, CD y sus computadoras constantemente en sus hogares. Que cada negocio y restaurante en el mundo toque constantemente música banal.

Esto contribuirá a llenar sus mentes y romper su unión con Cristo.

Llenen las mesas con revistas y diarios de actualidad. Repiqueteen en sus mentes con noticias mundiales así como CNN 24 horas al día.

Invadan las rutas con carteles publicitarios. Inunden su buzones con envíos postales inútiles, catálogos, publicidades y toda clase de propaganda y promoción ofreciendo productos gratis, servicios y falsas esperanzas.

Presenten hermosas y delgadas modelos en revistas, películas y TV, así sus esposos creerán que la belleza exterior es lo importante, y quedarán insatisfechos con sus esposas.

Mantengan a las esposas muy cansadas para amar a sus maridos a la noche. Denles dolores de cabeza, también. Si no les dan a los esposos el amor que ellos necesitan, ellos comenzarán a buscarlo afuera. ¡Esto fragmentará la familia rápidamente!.

Denles un Santa Claus para distraer a sus hijos de la enseñanza del verdadero significado de Navidad. Denles un conejito de Pascuas para no hablar de su resurrección y poder sobre el pecado y muerte.

Aún sus recreaciones, que sean en exceso. Hagan que al regreso de sus recreaciones estén exhaustos.

Logren que estén tan ocupados que no puedan ir a observar la naturaleza y el reflejo de Dios en la creación. Envíenlos a los parques de diversiones, eventos deportivos, juegos, conciertos, y cines, en su reemplazo.

¡Manténganlos ocupados, ocupados, ocupados!

Y cuando se reúnan para una reunión espiritual, que estén atentos con chismes y habladurías para que concluyan con conciencias preocupadas.

Llenen sus vidas con cosas tan buenas que no tengan tiempo para la Palabra o buscar el poder de Jesús. Pronto ellos estarán trabajando en su propia fuerza, sacrificando su salud y su familia por una buena causa.

¡Esto funcionará! ¡Esto funcionará! Era realmente un gran plan.

Los demonios se fueron ansiosos a sus puestos asignados causando a los cristianos en todos lados a que estén más ocupados y apurados, yendo de aquí para allá.

Teniendo muy poco tiempo para su Dios o sus familias. No teniendo tiempo para hablarles a otros del poder de Jesús de cambiar sus vidas.

Creo que la pregunta es, ¿ha tenido el diablo éxito en su planteo?

Tú sé el juez! ¿ Estar «ocupado» significa estar bajo el yugo de Satanás?

¿ Nos olvidamos de establecer una relación más estrecha con Jesús ?

Por favor, pasa este mensaje a otros, si no estás muy ocupado.

“ Siente lo que dices con cariño, di lo que piensas con esperanza, piensa lo que haces con fe, haz lo que debes con amor.”

“ Si no te gusta lo que estás recibiendo, examina lo que estás dando.”

Colaboración de Cristina Vaioli ( 2001 )

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Los frutos del Espíritu Santo

I. Cuando el alma es dócil al Espíritu Santo se convierte en árbol bueno que se da a conocer por sus frutos. Aunque estos frutos son incontables, San Pablo nos señala doce frutos resultado de sus dones: caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, longanimidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia y castidad (Gálatas 5, 22-23.)

Tres de ellos son en especial, manifestación de la gloria de Dios: el amor, el gozo y la paz. La caridad es el más sabroso de los frutos porque es la primera manifestación de nuestra unión con Cristo, nos hace experimentar que Dios está cerca y tiende a aligerar la carga a los otros. Le sigue el gozo porque la alegría es consecuencia del amor; por eso el cristiano se distingue por su alegría, que permanece por arriba del dolor y del fracaso.

El amor y la alegría dejan en el alma la paz de Dios; es ausencia de agitación y el descanso de la voluntad en la posesión estable del bien.

II. Ante los obstáculos, las almas dóciles al Espíritu Santo producen el fruto de la paciencia, que es en muchas ocasiones el soporte del amor; no pierden la paz ante la enfermedad, la contradicción, los defectos ajenos, las calumnias, y ante los propios fracasos espirituales. La paciencia, así como la longanimidad son muy importantes en el apostolado; ésta última es una disposición estable por la que esperamos todo el tiempo que Dios quiera las dilaciones queridas o permitidas por Él, antes de alcanzar las metas ascéticas o apostólicas que nos proponemos, y se propone metas altas, según el querer de Dios, aunque los resultados parezcan pequeños. “Sabe que mis elegidos no trabajarán en vano” (Isaías 45, 23.)

III. Los demás frutos miran en primer lugar al prójimo, como San Pablo dice: revestíos de entrañas de misericordia, bondad, humildad, mansedumbre, soportándoos y perdonándoos mutuamente (Colosenses 3, 12-13.) La bondad nos inclina a querer toda clase de bienes para otros sin distinción alguna.

La benignidad traduce la caridad en hechos, nos inclina a hacer el bien a los demás(1 Corintios 13, 4.) y se manifiesta en obras de misericordia, en indulgencia y afabilidad. La mansedumbre es un acabamiento de la bondad y benignidad,y se opone a las estériles manifestaciones de ira. Nada hay comparable a un amigo fiel; su precio es incalculable ( Eclo 6, 1.) La fidelidad es una forma de vivir la justicia y la caridad. Por la modestia el hombre a sabe que sus talentos son regalo de Dios y los pone al servicio de los demás, refleja sencillez y orden.

Por la continencia y la castidad el alma está vigilante para evitar lo que pueda dañar la pureza interior y exterior.

Extraído de “Meditar” del Portal Católico www.encuentra.com ( 2001 )

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Yo soy la verdadera vid

Evangelio de San Juan Jn 15, l-8

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, él lo arranca, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto. Ustedes ya están purificados por las palabras que les he dicho. Permanezcan en mí y yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer. Al que no permanece en mí se le echa fuera, como al sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde. Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá. La gloria de mi Padre consiste en que den mucho fruto y se manifiesten así como discípulos míos».

Reflexión de Ernesto María, Sac.:

En nuestro mundo tecnificado y autosuficiente, en donde las computadoras y la ciencia moderna a veces nos hacen creer que somos autosuficientes, las palabras del evangelio de hoy nos recuerdan una de las verdades que JAMAS debemos de olvidar: «Sin Jesús no podemos hacer nada». Todo intento de progreso al margen de Dios siempre termina en retroceso, en esterilidad, en desgaste inútil.

Jesús es nuestra fuerza, nuestra creatividad, nuestra sabiduría, nuestro poder. En él todo es posible. Por la acción del Espíritu Santo, circula en nosotros la corriente vital del amor, constructor y vivificador del mundo. En la mediada en que nuestra vida se une e identifica más con Jesús, nuestros frutos son los frutos de nuestro tronco, de nuestra vida y por ello es fácil reconocer quien está unido a esta «Vid», pues los frutos lo descubren.

San Pablo en su carta a los Gálatas dice que, la paciencia, la tolerancia, la alegría, la profunda paz interior son los frutos del amor de Dios que circula en nosotros.

Valdría pues la pena revisar si los frutos de nuestra vida dan testimonio de nuestra «permanencia» en Cristo.

Extraído del Portal Católico www.encuentra.com ( 2001 )

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Ponte primero a ti en paz

1. Ponte primero a ti en paz, y después podrás apaciguar a los otros.

El hombre pacífico aprovecha más que el muy letrado.

El hombre apasionado, aún el bien convierte en mal, y de ligero cree lo malo.

El hombre bueno y pacífico todas las cosas echa a la buena parte.

El que está en buena paz, de ninguno sospecha.

El descontento y alterado, con diversas sospechas se atormenta; ni él sosiega, ni deja descansar a los otros. Dice muchas veces lo que no debiera, y deja de hacer lo que más le convendría. Piensa lo que otros deben hacer, y deja él sus obligaciones.

Ten, pues, primero celo contigo, y después podrás tener buen celo con el prójimo.

2. Tú sabes excusar y disimular muy bien tus faltas, y no quieres oír las disculpas ajenas. Más justo sería que te acusases a ti, y excusases a tu hermano. Sufre a los otros si quieres que te sufran.

Mira cuán lejos estás aún de la verdadera caridad y humildad, la cual no sabe desdeñar y airarse sino contra sí.

No es mucho conversar con los buenos y mansos, pues esto a todos da gusto naturalmente; y cada uno de buena gana tiene paz, y ama a los que concuerdan con él.

Pero poder vivir en paz con los duros, perversos y mal acondicionados, y con quien nos contradice, grande gracia es, y acción varonil y loable.

3. Hay algunos que tiene paz consigo, y también con los otros.

Otros hay que ni la tienen consigo, ni la dejan tener a los demás: molestos para los otros, lo son más para sí mismos.

Y hay otros que tienen paz consigo, y trabajan en reducir a paz a los otros.

Pues toda nuestra paz en esta miserable vida, está puesta más en el sufrimiento humilde, que en dejar de sentir contrariedades.

El que sabe mejor padecer, tendrá mayor paz. Este es el vencedor de sí mismo y señor del mundo, amigo de Cristo y heredero del cielo.

/// Imitación a Cristo. Tomás de Kempis [Libro I. Capítulo III] ///

Extraído de Oraciones, del Portal Católico www.encuentra.com ( 2001 )

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El Libro de tu Vida

Hoy cierras un volumen más del libro de tu vida .

Cuando comenzaste este libro todo era tuyo,

te lo puso Dios en las manos, podías hacer con él lo que quisieras:

un poema, una pesadilla, una blasfemia, un sistema, una oración.

Podías… hoy ya no puedes; no es tuyo, ya lo has escrito,

ahora es de Dios. Te lo va a leer todo Dios

el mismo día en que te mueras, con todos sus detalles.

Ya no puedes corregirlo. Ha pasado al dominio de la eternidad.

Piensa unos momentos en este día. Toma tu libro y hojéalo despacio, deja pasar sus páginas por tus manos y por tu conciencia.

Ten el gusto de verte a ti mismo. Lee todo.

Repite aquellas páginas de tu vida en las que pusiste tu mejor estilo. No olvides que uno de tus mejores maestros eres tú mismo.

Lee también aquellas páginas que nunca quisieras haberlas escrito. No…. no intentes arrancarlas, es inútil.
Ten valor para leerlas, son tuyas. No puedes arrancarlas,

pero puedes anularlas cuando escribas tu siguiente libro.

Si lo haces, Dios pasará éstas de corrida

cuando te lea tu libro en el último día.

Hay en él trozos de ti mismo; es un drama apasionado

en el que el primer personaje eres tú. Tú en escena con Dios,

con tu familia, con tu trabajo, con la sociedad.

Tú lo has escrito con el instrumento asombroso de tu libre albedrío sobre la superficie inmensa y movediza del mundo.

Es un libro misterioso, que en su mayor parte, la más interesante,

no puede leerlo nadie mas que Dios y tú.

Si tienes ganas de besarlo, bésalo, si tienes ganas de llorar,

llora fuerte sobre tu viejo libro en esta noche.

Pero, sobre todo, reza sobre tu libro viejo. Cógelo en tus manos, levántalo hacia el cielo y dile a Dios sólo dos palabras:

Gracias! Perdón!. Después dáselo a Cristo. No importa como esté, aunque tenga páginas negras, Cristo sabe perdonar.

Esta noche te ha de dar Dios otro libro

completamente blanco y nuevo. Es todo tuyo.
Vas a poder escribir en él lo que quieras.
Pon el nombre de Dios en la primera página.

Después dile que no te deje escribirlo solo.

Dile que te tenga siempre de la mano… y del corazón.

Colaboración de Clementina Uncal ( 2001 )

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Oración y reflexión

Dialogando con el Señor :

Realiza una oración personal… con tus propias palabras…que salgan de tu corazón. Puedes dar pie al diálogo con el Señor apoyándote en las siguientes reflexiones del Santo Padre Juan Pablo II:

Una palabra buena se dice pronto; sin embargo, a veces se nos hace difícil pronunciarla. Nos detiene el cansancio, nos distraen las preocupaciones, nos frena un sentimiento de frialdad o de indiferencia egoísta. Así sucede que pasamos al lado de personas a las cuales, aun conociéndolas, apenas les miramos el rostro y no nos damos cuenta de lo que frecuentemente están sufriendo por esa sutil, agotadora pena, que proviene de sentirse ignoradas. Bastaría una palabra cordial, un gesto afectuoso e inmediatamente algo se despertaría en ellas: una señal de atención y de cortesía puede ser una ráfaga de aire fresco en lo cerrado de una existencia, oprimida por la tristeza y por el desaliento.

/// Reflexiona el párrafo anterior y dialoga con el Señor ///

El amor a Jesús se convierte en acogida al hermano. El testimonio de fe se transforma al mismo tiempo en testimonio de caridad.

Dos virtudes inseparables, pues caminan por el único riel de las dos dimensiones: Dios y el hombre. Quien ama a Dios, ama al hombre: «Pues el que no ama a su hermano, a quien ve, no es posible que ame a Dios, a quien no ve.»

/// Reflexiona el párrafo anterior y dialoga con el Señor ///

Acercaos a Él y descubridlo en el pobre y en el que tiene soledad, en el enfermo y en el afligido, en el incapacitado, en el anciano, en el marginado, en todos aquellos que esperan vuestra sonrisa, que necesitan vuestra ayuda, y que desean vuestra comprensión, vuestra compasión y vuestro amor. Y cuando hayáis conocido y abrazado a Jesús en todos éstos, entonces -y sólo entonces- participaréis profundamente de la paz de su Sagrado Corazón.

/// Reflexiona el párrafo anterior y dialoga con el Señor ///

Extraído de Oraciones, del Portal Católico www.encuentra.com ( 2001 )

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Tiempo en silencio con el Padre

Trata de sentarte en un lugar tranquilo y quietamente lee la siguiente oración, e imagínate que tu Padre amado te habla sólo a ti.

No tienes que ser experto para complacerme;

todo lo que tienes que hacer es querer amarme.

Háblame como si le hablaras a alguien a quien quieres mucho.

¿Hay algunas personas por las cuales deseas orar?

Dime los nombres y pregúntame todo lo que quieras.

Yo conozco todas tus necesidades, pero Yo quiero que tú demuestres tu amor por ellos y por Mí al confiar que Yo haga lo mejor que Yo crea para ellos.

Dime sobre los pobres, los enfermos y los pecadores, y si has perdido la amistad o el cariño de alguien, dime sobre esto también.

¿Hay algo que desees para tu alma?

Si quieres escribe una larga lista de tus necesidades, y vienes y me la lees.

Dime sobre las cosas que te hacen sentir culpable.

Yo te perdonaré si tú aceptas mi perdón.

Sólo háblame sobre tu orgullo, tu susceptibilidad, tu egocentrismo.

A pesar de todo esto, Yo todavía te amo. No te avergüences;

hay muchos santos en el cielo que tenían los mismos defectos tuyos;

ellos Me oraron, y poco a poco, fueron corrigiendo sus faltas.

No vaciles en pedirme bendiciones para tu cuerpo y para tu mente;

salud, memoria, éxitos. Para aquellos que realmente lo deseen,

Yo puedo darles todo lo necesario para la santidad de su alma.

¿Qué es lo que deseas hoy? Dime, porque anhelo hacerte bien.

¿Cuáles son tus planes? Cuéntamelos.

¿Hay alguien que deseas agradar? ¿Qué deseas hacer para ellos?

¿Le temes a algo? ¿Tienes algunos miedos y angustias irracionales?

Confía en Mí. Yo estoy aquí. Lo veo todo. Yo no te abandonaré.

¿No tienes alegrías para contarme? ¿Por qué no compartes tus alegrías conmigo?

Dime qué ha pasado desde ayer; qué te ha alegrado y consolado.

Lo que fuese, grande o pequeño, Yo lo preparé. Reconócelo y dame las gracias.

¿Las tentaciones caen fuertemente sobre ti?

Ceder a tentaciones siempre altera la paz del alma.

Pídeme, que Yo te ayudaré a vencerlas.

Bueno, sigue adelante, continúa con tu trabajo o tu diversión o con tus otros intereses. Trata de ser más tranquilo, humilde, bondadoso y regresa pronto y tráeme un corazón más lleno de amor.

Mañana tendré más bendiciones para ti.

Así nuestro Padre abre Su Corazón por medio de Nuestro Señor Jesús, para todos los que entran en comunión con Él. Cristo mismo nos enseña cómo orar con sinceridad. María, amorosamente, nos asistirá en la búsqueda de cómo orar con el corazón; ya que su papel en el Reino de Dios es el de llevar a todos a su Hijo. Ella no se lo pide a algunos, ella se lo pide a TODOS.

Colaboración de Gabriela Serrano Agüero ( 2001 )

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El Papa Juan Pablo II, profeta de nuestros tiempos

Padre Jordi Rivero

El Papa Juan Pablo II es la figura central de la tercera parte del secreto de Fátima. Es también el hombre escogido por la Virgen en este tiempo crítico de la historia: El Papa sin duda influyó mucho en la caída del imperio Soviético, ha llevando el Evangelio al mundo entero, ha guiado a la Iglesia con extraordinaria sabiduría hacia el III milenio. Ante la crisis actual, el Papa es la voz mas poderosa por la paz.

Podemos detener los males con la oración. En el secreto de Fátima el Papa muere mártir. Entonces, ¿cómo dice el Vaticano que se refiere al atentado del `81? Porque en ese atentado el Papa debería haber muerto. Nadie ha sobrevivido ese tipo de balas atravesando su cuerpo. El Papa reconoció que había sido un milagro de la Virgen. Las profecías nos advierten de peligros pero están condicionadas a nuestras oraciones. El Papa el 13 de Mayo del 2000, desde la misa de Fátima para la beatificación de los pastorcitos, agradeció a Jacinta por haber ofrecido los inmensos dolores de su enfermedad por el Papa del secreto. ¡Esta pequeña niña salvó, con sus intensas oraciones y sacrificios, la vida del Papa que todavía no había nacido! Nosotros, con nuestras oraciones, podemos detener los males que azotan a la humanidad. Recordemos que la raíz del mal es el pecado. Se vence con la oración, la penitencia y la conversión.

El Papa entre los musulmanes. Justo en el momento preciso, unos días después de la tragedia de EEUU, La Divina Providencia dispuso que el Papa visitase a Kazjastán, llegando a estar a solo 200 millas de Afganistán. Al Papa le recomendaron que cancelase, pero él sabía que su misión era de gran trascendencia. Por primera vez una multitud de mas de 50,000, en su gran mayoría islámica, escuchó el Evangelio. Tan lleno del Espíritu habló el Papa que no puede dudarse que sus palabras plantaron semillas en los corazones.

Recordemos que Kazjastán era uno de los destinos de las deportaciones estalinistas. Cientos de miles fueron enviados sólo en 1936. Allí está el Gulag, inmortalizado en la novela de Alexander Solzjenitsin, lugar que simboliza la mayor crueldad del hombre pero también su mayor grandeza al padecer el sufrimiento y martirio por Cristo.

Los tiempos han cambiado. Nazarbayevel, ex lider comunista, ahora presidente de Kazjastán, dijo ante el Papa: «Musulmanes y cristianos deben crear una sociedad basada en el amor». El Papa es recibido con brazos abiertos y anuncia libremente a todos el camino del amor de Cristo. No podemos, hermanos, pasar por alto este milagro. Vemos que, en un mundo donde hay tantos males, ¡sobreabunda la gracia!

De los mensajes del Papa en Kazjastán

«Deseo dirigir un sincero llamamiento a todos, cristianos y pertenecientes a otras religiones, a trabajar juntos para construir un mundo sin violencia, un mundo que ama la vida y que avanza en la justicia y en la solidaridad».

El Papa nos enseñó que todos somos hijos del mismo Dios: «Desde este lugar, invito tanto a los cristianos como a los musulmanes a elevar una inmensa oración al único y omnipotente Dios, del que todos nosotros somos hijos, para que pueda reinar en el mundo el gran don de la paz» «Que todos los pueblos, apoyados por la divina sabiduría, puedan trabajar por doquier para construir una civilización del amor, en la que no haya lugar para el odio, la discriminación y la violencia»

«Cuando en una comunidad civil los ciudadanos saben aceptarse con sus respectivas convicciones religiosas, es más fácil afianzar entre ellos el reconocimiento efectivo de los demás derechos humanos y un entendimiento basado en los valores de fondo de una convivencia pacífica y constructiva».

No podemos olvidar a los que viven en Afganistán, Pakistán y otros países.
La población afgana ya se encontraba reducida a la miseria por largos años de guerra y por la tiranía de sus gobernantes. Ahora su condición llega al extremo. Huyen ante el peligro de una represalia de EEUU y quedan hacinados en campamentos de miseria donde no hay agua ni alimentos.

No podemos olvidar tampoco a la minoría cristiana en países como Pakistán (%3). Pensemos en el pánico que viven en estos momentos sabiendo que cualquier acción del occidente repercutirá en contra de ellos. Pensemos en los 24 presos (8 del extranjeros, 16 nativos) en Afganistán acusados de «proselitismo» (propagar el cristianismo).

Si guardamos todo esto en el corazón entenderemos por qué el Papa insiste en la urgencia de vivir el mensaje de Fátima: oración, penitencia, conversión.

 

Extraído del sitio www.corazones.org ( 2001 )

 

Colaboración de Pablo Deluca

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La paz les dejo, mi paz les doy

Evangelio de San Juan – Jn 14, 27-31

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «La paz les dejo, mi paz les doy. No se las doy como la da el mundo. No se turbe su corazón, ni tengan miedo. Han oído que les dije: «Me voy pero volveré a su lado.» Si me amaran, se alegrarían de que voy al Padre, porque el Padre es más que yo. Se los he dicho ahora antes de que suceda, para que cuando suceda, crean. Ya no hablaré mucho con ustedes, porque se acerca el príncipe de este mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo conozca que yo amo al Padre y que cumplo exactamente lo que el Padre me ha mandado».

Reflexión de Ernesto María, Sac. :

Quizás uno de los regalos más grandes que Jesús nos ha dejado, sea la paz. La paz profunda en el corazón que hace que el hombre, aún en medio da las más duras pruebas, no se sienta turbado ni con miedo. La paz de Dios es una paz diferente a la que de ordinario se busca. Es un don divino que produce en el cristiano la certeza de la presencia de Dios y de la ayuda divina. No es una paz artificial producto del no afrontar nuestras responsabilidades y compromisos, paz que muchas veces es cobardía o evasión. Un rostro sereno en medio de una tormenta, de una crisis, es la mejor señal de la presencia de Dios en él. Algo que ha asombrado a los hombres de ciencia que han estudiado la «Sábana de Turín» o «Sábana Santa», es la enorme paz que refleja el rostro del hombre «retratado» en este lienzo. Un hombre que al parecer fue martirizado de una manera atroz y que sin embargo muere con un rostro sereno.

Es una paz que se consigue haciendo la guerra a nuestro egoísmo a fin de dar espacio al Espíritu, para que éste crezca en nosotros y nos pacifique interiormente. Te invito a que le pidas al Señor esta paz, la paz que hace de nuestra vida, preámbulo del cielo.

Que Dios llene tu corazón con alegría y con paz durante todo tu día.

Extraído de Evangelio, del Portal Católico www.encuentra.com ( 2001 )

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Buscar y promover la paz

El desear la paz a los demás, el promoverla en nuestro alrededor es un gran bien humano, y cuando está animado por la caridad es también un gran bien sobrenatural. Una condición para comunicar la paz es tenerla en nuestra alma, es señal cierta de que Dios está cerca de nosotros. Es un fruto del Espíritu Santo.

El Señor nos ha dejado la misión de pacificar la tierra, comenzando por poner paz en nuestra alma, en nuestra familia, en el lugar donde trabajamos, y consiste, no en la ausencia de riñas, sino en la armonía que lleva a colaborar en proyectos y en intereses comunes.

El sabernos hijos de Dios nos dará paz firme, no sujeta a los vaivenes del sentimiento o de los incidentes de cada día. El deseo sincero de paz que el Señor pone en nuestro corazón nos debe llevar a evitar absolutamente todo aquello que causa división y desasosiego.

Acudamos a la Virgen nuestra Madre, la Reina de la paz, para no perder nunca la alegría y la serenidad. Reina de la paz, ¡ruega por nosotros!

Extraído del Portal Católico www.encuentra.com

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Hablar con Dios

Muchas veces no hablamos con Dios por el simple hecho de no «sentir» hacerlo, cuando hablar con Dios debiera ser algo como respirar, indispensable, vital y constante en nuestras vidas. El hecho de pensar que no somos «dignos» de Dios, o que no sepamos qué decir es una de las mayores trampas para alejarnos de Dios.

Si no sabes que decir, de qué hablar o cómo comportarte delante de Dios, dile aunque sea «No sé qué decir», pero habla con Él y todo en tu vida mejorará al tener presente a un Dios amigo, todopoderoso y siempre atento…haz la prueba.

Colaboración de Ana Etchepareborda de Teste ( 2001 )

“En vuestras dificultades, en los momentos de prueba y desaliento, cuando parece que toda dedicación está como vacía de interés y de valor, ¡tened presente que Dios conoce nuestros afanes!

¡Dios os ama uno por uno, está cercano a vosotros, os comprende! Confiad en Él, y en esta certeza encontrad el coraje y la alegría para cumplir con amor y con gozo vuestro deber.”

Extraído del capítulo Dios te ama del libro ORAR de Juan Pablo II

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Somos Templo de Dios

I. En el momento del Bautismo vinieron a nuestra alma las tres personas de la Beatísima Trinidad con el deseo de permanecer unidas a nuestra existencia.
Esta presencia, del todo singular, sólo se pierde por el pecado mortal.
San Agustín, al considerar esta inefable cercanía de Dios, exclamaba: “¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva!; he aquí que Tú estabas dentro de mí y yo fuera, y por fuera te buscaba (...) Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. Me tenían lejos de Ti las cosas que, si no estuviesen en Ti, no serían.
Tú me llamaste claramente y rompiste mi sordera; brillaste, resplandeciste, y curaste mi ceguedad”. (Confesiones, 10, 27, 38).
 
II. Los cristianos no debemos contentarnos con no perder a Dios: debemos buscarle en nosotros mismos procurando el recogimiento de los sentidos que tienden a desparramarse y quedarse apegados a las cosas. Para lograr este recogimiento, a algunos el Señor les pide que se retiren del mundo, pero Dios  quiere que la mayoría de los cristianos (madres, estudiantes, trabajadores...)         le encontremos en medio de nuestros quehaceres. Mediante la mortificación habitual durante el día –con la que tan relacionado está el gozo interior- guardamos para Dios los sentidos. Mortificamos la imaginación, librándola de pensamientos inútiles; la memoria, echando a un lado recuerdos que no nos acercan al Señor; la voluntad, cumpliendo con el deber concreto. Porque el trabajo intenso, si está dirigido a Dios, lejos de impedir el diálogo con El, lo facilita.
 
III. La liturgia nos invita a tratar con más intimidad al Espíritu Santo, Tercera Persona de la Santísima Trinidad, en este tiempo en que nos encaminamos hacia la fiesta de Pentecostés. El Espíritu Santo está en el alma del cristiano en gracia, para configurarlo con Cristo, para que cada vez se parezca más a El, para moverlo al cumplimiento de la voluntad de Dios, y ayudarle en esa tarea.
¿Porqué sentirnos solos, si el Espíritu Santo nos acompaña? Pidamos a la Virgen que nos enseñe a comprender esta dichosísima realidad. ¡Qué distinto sería nuestro porte en algunas circunstancias, la conversación, si fuéramos conscientes de que somos templos de Dios, templos del Espíritu Santo! 
 
 
Extraído de meditar ( mayo 2001 ) del Portal Católico www.encuentra.com
 
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Mensajes de San Nicolás

Entre el primer mensaje del 13 de Octubre de 1983 hasta el último del 11 de Febrero de 1990, se cuenta un total de 1.800. Entre los temas sobresalientes, Dios –se nos dice- quiere renovar la Alianza de amor con su pueblo, por medio de María. Ella es el Arca de la Nueva Alianza.

…De pronto la Virgen se hace manifiestamente accesible a todos.”No soy inalcanzable como muchos creen. Que extiendan su mano y me alcanzarán. Basta desearlo.” Ella viene a hablar a todos los hijos, a los más perjudicados e indefensos ante este mundo desacralizado, dividido, degradado, gobernado por el espíritu de Satanás. Ella habla a los niños, a los jóvenes…La preocupación de la Virgen y del Señor es, sobre todo, por la juventud, que es víctima de las tentaciones del mundo, de la vida fácil, del hedonismo, de la moda blasfema e impúdica, de la música satánica, del sexo, el alcohol y la drogadicción. Es, como lo expresa la Virgen en sus mensajes, toda la humanidad la que está contaminada. Pero Dios quiere que todos los hombres se salven. “El Señor quiere que todos gocen de su Reino.” Estas manifestaciones, entonces, como las otras apariciones también, son un camino para la venida del Señor. El hombre, con su pecado e infidelidad, ha quebrado –nuevamente- la Alianza con Dios. María es enviada para reestablecer aquella Alianza. Es la misión, la obra, la tarea evangelizadora de la Virgen.

…Un lugar importante entre los mensajes lo ocupa, además, el tema del Santuario. El Santuario es querido por la Santísima Virgen para reunir a su hijos, para consolarlos, guiarlos, protegerlos. Es lugar de purificación y sede de su presencia.”Esa casa que será de paz y sosiego, lugar donde acunaré a millares de mis hijos, que vendrán en busca de amor. Asistiré a los enfermos, a los caídos, a todo hijo perteneciente a la gran familia de Dios. Porque mi misión es atender al rebaño del Señor.”( 2-2-1985 )

Otro signo visible pedido por la Virgen es la medalla que hizo acuñar. Es un recuerdo y un vínculo con María y la Santísima Trinidad, fuente de gracias según Ella ha prometido. La Virgen ha venido a restaurar la fe, a curar a su hijos enfermos en el espíritu y en el cuerpo. A enseñarnos y decirnos que la restauración de la fe pasa por una lucha. El combate contra el mal, contra el demonio. No es suficiente odiar el mal, es necesario amar el bien. Y sólo se ama el bien amando a Dios y al hermano. Ella nos ofrece los medios para combatir: el rosario y la oración en general.”¡Qué importante es la oración para el Señor!…El Señor escucha el santo rosario como si fuera mi voz…” Nos pide la conversión, la penitencia que está íntimamente vinculada a la conversión, la Palabra de Dios, la eucaristía. “La eucaristía es para ti –le dice a Gladis- el amor, la fuerza y la vida…Te ha alimentado el alimento más preciado.” Pide que adoremos el misterio de Amor y nos invita a la comunión diaria.

Los mensajes de San Nicolás, como los de otras apariciones, son llamados, para todos, a caminar hacia Dios, a ser Iglesia, a seguirlo a Jesús. “No volváis al camino de donde os he sacado, seguid al Señor.” Pero seguirlo a Jesús es hacer lo que Él hizo, ser uno con el Padre, ser uno con Él, vivir en estrecha, íntima, indisoluble comunión. Seguirlo a Jesús es llevar la Buena Noticia del Reino, que Dios ama al hombre, que sólo Dios perdona y salva. “Id y evangelizad, no os fijéis donde – le dice el Señor a Gladis el 30 de Diciembre del 89 – en el lugar donde estéis. Evangelizad a vuestros hermanos, que nada conocen de la Palabra de Dios. Evangelizad.” Nos llama al amor fraterno y activo. “Hijos míos, acercaos al Señor socorriendo al humilde, al pobre, porque Cristo Jesús también os hará conocer la riqueza por medio de la humildad y la pobreza. El que ame el bien que se aparte del mal, aquel que desee la felicidad, que dé felicidad. Obrando de esta manera sois fieles al Señor.”

Nos pide la consagración a Dios a través de su Inmaculado Corazón. El corazón humano de Jesús fue engendrado en el cuerpo de maría, pero el Corazón de María fue formado espiritualmente por Jesús…Consagrarse es vivir el misterio del amor, es vivir en Dios, es aceptar su misericordia que nos salva.

Los mensajes son, en definitiva, mensajes de amor y esperanza. Sin embargo no falta la dimensión de la urgencia de la conversión ante las amenazas que el pecado hace pesar sobre la humanidad. “No perdáis tiempo porque llega la noche. Sabed aprovechar de vuestro tiempo cuando aún es de día. Deseo veros trabajando para mi causa…Son muy pocos aquellos que distinguen la importancia de este momento para la humanidad…Vivid este tiempo de gracia, vividlo plenamente y así no temeréis la noche…Oración, ayuno, penitencia y sobre todo conversión. Eso pido de mis hijos.”

Si pensáis que en el llamado hay urgencia, os digo, es verdad. Hay urgencia. Convenceos que es así, porque vendrán los días en que el culpable cargará con su culpa y el inocente verá la gloria de Dios.”

Pero fundamentalmente, la Virgen en San Nicolás viene para prepararnos para la segunda venida de Jesús, la Parusía. “La venida del Señor es inminente y aunque no conozcamos ni el día ni la hora, debemos estar igualmente preparados.” En los mensajes de la Navidad del 88 y del 28 de Abril de 1989, nos dice María: “Vino Jesús al mundo por amor y su segunda venida será también por amor, para gloria suya. Abrid vuestros corazones y dejadlo entrar. Acompañad a Jesucristo a beber de su cáliz. Abrid las puertas de vuestro corazón; preparad vuestro espíritu para que podáis recibir un día la gloriosa venida de mi hijo.

Los mensajes están penetrados de profunda esperanza y de un horizonte de paz en el futuro… La Virgen nos recuerda que Dios nos hizo libres y que la Salvación depende de nuestra elección. “Digo a mis hijos; alejaos de la noche sombría, pronto despuntará la aurora. Dejaos preparar en este tiempo por vuestra madre. Introducid vuestros corazones en esta arca enviada por Jesús.”

Extraído del libro “María nos está llamando – Un mensaje para estos tiempos”

escrito por Justo Antonio Lofeudo y publicado por Editorial Lumen.

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Hechos de San Nicolás

El 25 de Septiembre de 1983 se le aparece la Virgen a la Sra. Gladys Motta, por primera vez. Ello ocurre a más de doscientos kilómetros de Buenos Aires, en la ciudad de San Nicolás, a la ribera del Paraná, en un lugar humilde de la periferia llamado El Campito. La vidente en esa época tiene 46 años y es de vida discreta. Es una persona reservada, normal, sencilla. Cursó la escuela primaria hasta cuarto grado. Tiene dos hijas, es abuela. Su esposo es jubilado y trabajó como obrero metalúrgico. La vida actual de Gladys es de discreción y de oración.

Nunca antes de entonces, tuvo experiencias de fenómenos extraordinarios. No las tuvo hasta el día anterior, el 24, en que se ilumina el rosario de su habitación.

La Virgen se aparece como Nuestra Señora del Rosario, y lo hace justamente en el momento que Gladys está rezándolo. Entre los brazos lleva al Niño. Se ve su rostro por momentos alegre, por momentos triste.

El 7 de Octubre pide que allí se erija un Santuario como signo de su presencia. Este Santuario ha de ser fuente de gracias, desde donde la Madre ha de bendecir a sus hijos.

El 15 de Noviembre la Virgen da el primer mensaje, no personal, para que se difunda a todos sus hijos.

El día 17 la señora Gladys echa agua bendita sobre la Aparición. La Santísima Virgen sonríe y le da palabras de esperanza.

El 27 de Noviembre, fiesta de la Medalla Milagrosa y primer día de la novena a San Nicolás, Gladys encuentra una imagen de la Virgen, de idéntica advocación que la aparición, en el campanario de la Catedral. La Virgen le dice: “Quiero estar en la ribera del Paraná”. Esa imagen había sido bendecida en 1884, por el papa León XIII.

La Virgen también dice a la Vidente que la tenían olvidada, pero que ahí –mediante el hallazgo- se reencuentra con los suyos. El hecho en sí representaba no sólo la realidad de su reaparición y su deseo de permanecer en esa tierra, a orillas del Paraná, sino el de recuperar sus derechos de patronazgo de la región. Así lo confirma en los mensajes del 27 de Noviembre y del 4 de Diciembre de 1983. “Me instalaré en medio de vosotros.” “Éste es mi lugar.” De ese modo la imagen olvidada reconquista su lugar y su devoción.

Pero la serie de mensajes – que al inicio parecen seguir una frecuencia irregular y que luego serán dados los días 25 – ( igual que en Medjugorje ) comienzan con el de Nuestro Señor Jesucristo, el día 17 de Noviembre de 1983, en el que expresa! “¡Regocijaos en mí, queridos hijos míos, os esperan días gloriosos!

En la Semana Santa, Gladys recibe los estigmas de la pasión del Señor.

En Noviembre de 1984, la vidente escribe cómo ve a la Virgen: “Es de una belleza nada fácil de describir. Pero es hermosa y en Ella van juntas la Humildad, la Fuerza, la Pureza y el Amor. Así con mayúsculas. Porque todo el amor del mundo, creo, no cubre el amor que Ella siente por sus hijos.

Cuando ordena siento la fuerza que hay en Ella. Cuando da consejos, siento su amor maternal. Y cuando me dice que sufre, por esos hijos alejados del Señor, me trasmite su tristeza. Todo esto deja en mí esta maravillosa Madre, a quien venero y a quien he consagrado mi vida.”

Desde el inicio el párroco de la Catedral – y actual guía espiritual de la vidente -, el Padre Pérez conoce el hecho. Y actúa con prudencia. Con la llegada como obispo del lugar de Mons. Domingo S. Castagna, la iglesia asume el culto que nació en torno a la aparición, y lo guía, El Obispo antes hubo de formar una comisión teologal, la que determinó que no había ningún error de doctrina; así también como una comisión de médicos, psicólogos y psiquiatras quienes también verificaron que no habían manifestaciones patológicas ni alucinaciones de parte de la vidente. Antes bien, constataban que se trataba de una persona sincera, realista, discreta.

El santuario pedido por la Virgen –y señalado el lugar exacto donde debía erigirse desde el cielo- está actualmente en vías de construcción. Se está levantando con el aporte de los fieles y seguramente llevará aún varios años antes de su conclusión. La disposición del mismo y la capacidad es de acuerdo con los pedidos de la misma Virgen.

Extraído del libro “María nos está llamando – Un mensaje para estos tiempos”

escrito por Justo Antonio Lofeudo y publicado por Editorial Lumen.

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Jesús nos espera en el Cielo

La Ascensión

I. Los discípulos al ver al Resucitado, le adoraron (Mateo 18, 17). Son profundamente conscientes, de lo que ya, mucho tiempo antes, tenían en el corazón y habían confesado: que su Maestro es el Mesías. Jesús confirma la fe de los que le adoran, y les enseña que el poder que van a recibir deriva del propio poder divino….es el poder del mismo Cristo que se prolonga en la Iglesia. Ésta es la misión de la Iglesia: continuar por siempre la obra de Cristo, enseñar a los hombres las verdades acerca de Dios y las exigencias que llevan consigo esas verdades, ayudarles con la gracia de los sacramentos….

Les dice Jesús: recibiréis al Espíritu Santo que descenderá sobre nosotros y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra. Y después de decir esto, mientras miraban, se elevó, y una nube los ocultó a sus ojos. (Hechos 1, 7).

La Ascensión del Señor a los cielos es un misterio redentor, que constituye, con la Pasión, la Muerte y la Resurrección, el misterio pascual.

II. La Ascensión fortalece y alienta nuestra esperanza de alcanzar el Cielo y nos impulsa constantemente a levantar el corazón con el fin de buscar las cosas de arriba. Ahora nuestra esperanza es muy grande, pues el mismo Cristo ha ido a prepararnos una morada (Juan 14, 2). El Señor se encuentra en el Cielo con su Cuerpo glorificado, con las huellas de la Pasión que pudo contemplar Tomás. La Humanidad Santísima del Señor tiene ya en el Cielo su lugar natural, pero Él, que dio su vida por cada uno, nos espera allí. Vivimos ya como ciudadanos del cielo (Felipe 3, 20), siendo plenamente ciudadanos de la tierra, en medio de dificultades, de injusticias, de incomprensiones, pero también de la alegría y serenidad que da el saberse hijos de Dios.

III. El Señor en un alarde de amor se ha ido y se ha quedado; se ha ido al Cielo y se nos entrega como alimento en la Hostia Santa (J. ESCRIVÁ DE BALAGUER. Es Cristo que pasa ). Los ángeles dicen a los Apóstoles que es hora de comenzar la inmensa tarea que les espera, que no se debe perder un instante. Con la Ascensión termina la misión terrena de Cristo y comienza la de sus discípulos, la nuestra. El Señor quiere que cada uno en su lugar continúe la tarea de santificar al mundo, para mejorarlo y ponerlo a sus pies: las almas, las instituciones, las familias, la vida pública. Los que se relacionan con nosotros nos han de ver leales, sinceros, alegres, trabajadores, cumpliendo con rectitud nuestros deberes y actuando como hijos de Dios. Los Apóstoles marcharon a Jerusalén en compañía de Santa María. Junto a Ella esperan la llegada del Espíritu Santo. Nosotros nos preparamos para la fiesta de Pentecostés muy cerca de Nuestra Señora

Extraído de Meditar ( Mayo 2001 ) del Portal Católico www.encuentra.com

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El Papa habla de los atentados

En sus 23 años de pontificado, Juan Pablo II nunca había presidido una audiencia general como la de este miércoles 12 de septiembre, en la que quiso recordar a los muertos y heridos de los atentados contra Nueva York y Washington del martes pasado, afirma la agencia ZENIT desde Roma.

Con voz conmovida, el Pontífice exclamó ante los más de quince mil peregrinos: “Ayer fue un día oscuro en la historia de la humanidad, una terrible afrenta contra la dignidad del hombre”. Y pidió a los presentes que evitaran los aplausos. Se le veía turbado y así lo confesó: “Nada más recibir la noticia, seguí con participación intensa el desarrollo de la situación, elevando al Señor mi intensa oración”.

“¿Cómo pueden verificarse episodios de tan salvaje crueldad?”, se preguntó. “El corazón del hombre es un abismo del que emergen en ocasiones designios de inaudita ferocidad -respondió-, capaces en un momento de trastornar la vida serena y laboriosa de un pueblo”.

Pero la fe nos sale al paso en estos momentos -afirmó- en los que todo comentario parece inadecuado. La palabra de Cristo es la única que puede dar respuesta a los interrogantes que desasosiegan nuestro espíritu”.

Por eso, continuó diciendo, “aunque la fuerza de las tinieblas parezca prevalecer, el creyente sabe que el mal y la muerte no tienen la última palabra. Aquí encuentra su fundamento la esperanza cristiana; aquí se alimenta, en este momento, nuestra confianza orante”.

Es conmovedora la fe y, en consecuencia, la oración de Juan Pablo II:

“Que Dios infunda valor a los supervivientes, sostenga con su ayuda la obra benemérita de los cuerpos de auxilio y de tantos voluntarios que en estos momentos están entregando todas sus energías para afrontar una emergencia tan dramática. Los invito también a ustedes, hermanos y hermanas, a unirse a mi oración”.

Y añadió: “Imploremos al Señor para que no prevalezca el torbellino del odio y de la violencia. Que la Virgen Santísima, Madre de Misericordia, suscite en los corazones de todos pensamientos de sabiduría y propósitos de paz”.

La confianza de Juan Pablo II se transformó en una emocionada plegaria. Desde la plaza de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano, todos los presentes se unieron en una especial Oración de los Fieles por las víctimas del atentado, por los heridos y por sus familiares, y por los líderes del mundo.

Todos los presentes junto al Papa elevaron su súplica: “Por aquellos que lloran la pérdida violenta de parientes y amigos, para que en esta hora de sufrimiento no se dejen poseer por el dolor, por la desesperación y la venganza, sino que más bien sigan manteniendo la fe en la victoria del bien sobre el mal, de la vida sobre la muerte, y se comprometan en la construcción de un mundo mejor”.

La audiencia concluyó con las notas del salmo 130, “De Profundis”

-“Desde lo más profundo, te invoco, Señor. Señor, escucha mi clamor; estén atentos tus oídos a la voz de mi súplica”- y una nueva oración:

“Dios omnipotente y misericordioso: No te puede comprender quien siembra discordia, no te puede acoger quien ama la violencia -rezaba con voz entrecortada-mira nuestra dolorosa condición humana, probada por crueles actos de terror y de muerte, consuela a tus hijos y abre nuestros corazones a la esperanza para que nuestra época pueda conocer días de serenidad y paz”.

Emilio Palafox Marqués

Extraído del Portal Católico www.encuentra.com en el año 2001

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