En el nombre del padre

Javier Saviola

Los chicos crecen. Y Javier lo hizo rápido…Así, como él en la cancha, su carrera tuvo un comienzo explosivo, vertiginoso, imparable. Llegó al título mundial con el seleccionado Sub 20, el pase a Barcelona, los millones, las luces…Ayer, como una continuidad incontenible, el Pibito jugó por primera vez en el Camp Nou y marcó el primer gol en la victoria por 3 a 2 sobre Parma, en la Copa Joan Gamper.

“Para vos Papi”, decía la remera que mostró Javier en la carrera descontrolada tras la anotación….buscó a su madre, Mary, en la platea del estadio. Lloraron juntos a la distancia. Se lo había prometido a su padre, Roberto, antes de su muerte, el 7 del actual. “No voy a bajar los brazos, voy a seguir como siempre”, fue el juramento.

 

Tarde o temprano, la vida da esos cimbronazos que calan hondo, que hacen revisar en lo más profundo de uno mismo recuerdos olvidados, detalles que parecían mínimos, pero que finalmente son la base para salir adelante. Una situación como la que atraviesa Javier hace que esa revisión sea diaria y se ejecute mas allá del dolor.

 

Saviola lo sabe muy bien y lo lleva a cabo desde hace tiempo. Compartió su pena con su gente de confianza y no se guardó lágrimas cuando tuvo ganas de llorar…“Tengo ganas de salir a la cancha y dedicarle un gol a mi padre, recién fallecido, que me esta viendo desde allá arriba”, había dicho Javier, anteayer.

La mejor manera de homenajear a quien ya no está es hacer lo que uno siempre hizo, quizá con más ganas que antes, como para dejar en claro que la lucha constante de un ser querido contra una enfermedad tan terrible como el cáncer no fue en vano y dejó la mejor enseñanza: no bajar nunca los brazos….

Un pibe grande, cuya actuación de ayer va más allá del futbol, de los millones de dólares y de un resultado. Fue la confirmación de un legado, el cumplimiento de una promesa: concretar lo que su papá hubiera querido para él en la noche catalana.

El dolor del consejo ausente, del abrazo perdido y la imagen permanente no se irán nunca.

Sólo queda una alternativa : seguir adelante, en el nombre del padre. A él le toca hacerlo con goles; a otros, de una manera distinta.

Hernan Finessi

La Nación, sección Deportiva 18 de Agosto 2001

Que estas palabras te acompañen y te sirvan de guía hoy y siempre.

Te invitamos a compartir este texto y que lo envíes a quienes creas que lo puedan disfrutar o que les pueda ser de utilidad.

También nos encantaría recibir alguna reflexión, texto u oración que quieras compartir.

Publicado por

Javier Serrano

Arquitecto, Productor de Seguros y Agente Inmobiliario apasionado por los deportes y Cronista, Camarógrafo y Fotógrafo Amateur

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *