Dios, habla conmigo

Un hombre susurró: Dios, habla conmigo;

y un ruiseñor comenzó a cantar, pero el hombre no oyó.

Entonces el hombre repitió : Dios, habla conmigo;

y el eco de un trueno se oyó, mas el hombre fue incapaz de oír.

El hombre miró alrededor y dijo: Dios, déjame verte;

y una estrella brillo en el cielo, pero el hombre no la vio.

El hombre comenzó a gritar: Dios, muéstrame un milagro;

y un niño nació, mas el hombre no sintió el latir de la vida.

Entonces el hombre comenzó a llorar y a desesperarse:

Dios, tócame y déjame saber que estás aquí conmigo…

y una mariposa se posó suavemente en su hombro;

el hombre espantó la mariposa con la mano

y desilusionado continuó su camino, triste, solo y con miedo.

Hasta cuando tenemos que sufrir para comprender
que Dios está siempre donde está la vida ???

Hasta cuando mantendremos nuestros ojos

y nuestros corazones cerrados para los milagros de la vida

que se presentan diariamente en todo momento ???

 

 

(canto Indigena – Traducida y adaptada del Libro By San Etioy)

Colaboración de Clementina Uncal
 

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Publicado por

Javier Serrano

Arquitecto, Productor de Seguros y Agente Inmobiliario apasionado por los deportes y Cronista, Camarógrafo y Fotógrafo Amateur

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