«Me dicen que me vas a enviar mañana a la Tierra; pero, ¿cómo viviré tan pequeño e indefenso como soy?»
«Entre muchos ángeles escogí uno para ti, que te está esperando: él te cuidará»
«Pero, dime, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír, y eso basta para ser feliz»
«Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días, y tú sentirás su amor y serás feliz»
«¿Y cómo entender lo que la gente me hable?, si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres»
«Tu ángel te dirá las palabras más dulces, y más tiernas que puedas escuchar, y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar».
«Y ¿qué haré cuando quiera hablar contigo»
«Tu ángel te juntará las manitos y te enseñará a orar»
«He oído que en la tierra hay hombres malos, ¿quién me defenderá?
«Tu ángel te defenderá, aún a costa de su propia vida»
«Pero estaré siempre triste porque no te veré más, Señor»
«Tú ángel te hablará de Mí, y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque Yo siempre estaré a tu lado»
En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo, pero ya se oían voces terrestres, y el niño presuroso murmuró suavemente: «Dios mío, si ya me voy, dime su nombre.¿Cómo se llama mi ángel?
«Su nombre no importa, tú le dirás MAMÁ».
¡¡¡FELIZ DIA!!!
Colaboración de Clementina Uncal ( año 2.001 )