Huellas

Una noche tuve un sueño.

Soñé que estaba caminando por la playa con el Señor.

Y en el cielo se reflejaban escenas de mi vida.

Por cada escena que pasaba percibí que quedaban dos pares de pisadas en la arena: un par eran mías y el otro par del Señor.

Cuando la última escena de mi vida pasó delante de nosotros miré hacia atrás, y noté que en el camino de la vida muchas veces había un solo par de pisadas en la arena. Noté que esto también sucedió en los momentos más difíciles y angustiosos de mi vida.

Realmente eso me turbó y pregunté al Señor: «Vos me dijiste cuando yo resolví seguirte que estás siempre conmigo, pero me di cuenta que en los peores momento había sólo dos pisadas en la arena.

¿Por qué me dejaste en las horas que más te necesitaba?»

Pero el Señor me respondió: «Hijo mío, yo te amo y jamás te dejaría en los momentos de sufrimiento. Cuando viste en la arena un par de pisadas, era justamente cuando te cargaba en mis brazos».

Colaboración de Cristina Minolli

“En vuestras dificultades, en los momentos de prueba y desaliento, cuando parece que toda dedicación está como vacía de interés y de valor, ¡tened presente que Dios conoce vuestros afanes!¡Dios os ama uno por uno, está cercano a vosotros, os comprende!

Confiad en Él, y en esta certeza encontrad el coraje y la alegría para cumplir con amor y con gozo vuestro deber.

Extraído del libro ORAR del Papa Juan Pablo II.

Te invitamos a compartir este texto y que lo envíes a quienes creas que lo puedan disfrutar o que les pueda ser de utilidad.

Nos encantaría recibir alguna reflexión, texto u oración que quieras compartir.

Publicado por

Javier Serrano

Arquitecto, Productor de Seguros y Agente Inmobiliario apasionado por los deportes y Cronista, Camarógrafo y Fotógrafo Amateur

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *