Cosechamos lo que sembramos en nosotros y en los demás

“Cosechamos lo que sembramos en nosotros y en los demás”

Si sembramos en nosotros la responsabilidad de hacernos cargo de actuar para que las cosas sucedan, a partir de un buen proceder con actitudes adecuadas, de nuestra proactividad, de enfocarnos en las metas, de aceptar el desafío de buscar soluciones y oportunidades con el apoyo de colaboradores y herramientas útiles, y en tener confianza en nuestra capacidad de decisión y en obtener buenos resultados, también podemos saber lo que vamos a ir cosechando durante el proceso, independientemente del resultado o la cosecha final, que no depende puramente de nuestras acciones.

Lo que sembremos “en positivo” en nosotros y en los demás, como la confianza, la toma de iniciativas, la planificación, la evaluación, la acción, la dedicación y perseverancia, etc. intentando ser responsables, nos acercará muchísimo más a la meta u objetivo buscado, que si nos dedicáramos a sembrar en nosotros mismos los opuestos “negativos”, como las dudas, miedos y desconfianza, la falta de iniciativa, la improvisación, la parálisis, la dejadez y desidia, excusarnos, juzgar y culpar, etc.

No nos dejemos llevar por los malos ejemplos que pueden influir negativamente en nuestro accionar. Su influencia nociva a veces es imperceptible para nosotros.

En los ámbitos públicos estamos acostumbrados a oír a los gobernantes, funcionarios y políticos, descargar sus responsabilidades y/o culpar a alguien más por sus acciones erróneas, omisiones, falta de atención, etc… Habitualmente no tienen mucha proactividad y entrega para resolver los problemas de los que los eligieron, los que le pagan sus sueldos o son sus seguidores.

Ni hablemos de lo nefastos que son los programas televisivos en donde las personas se expresan groseramente, se agreden verbalmente, muestran sus miserias, no respetan las opiniones de los otros, etc..

Las fallas también suceden frecuentemente en el ámbito privado, y muchas veces nosotros mismos cometemos algunos errores de comportamiento que afectan a los demás y a nosotros mismo. A veces ni siquiera somos concientes.

Muchas veces nos quejamos de situaciones que no resultan como quisiéramos, pero evaluemos si estamos teniendo buenas actitudes, actuando con la suficiente proactividad para intentar que “las cosas sucedan” para nuestro bien y el de nuestros prójimos, y si estamos buscamos esquivar la responsabilidad de nuestro comportamiento cuando nos equivocamos, fallamos en algo, no logramos lo que queremos, cuando no nos relacionamos bien con otras personas, etc…

Seamos honestos con nosotros mismo, y tratemos de mejorar los comportamientos que no ayudan a nuestro crecimiento interior y a nuestras relaciones con los demás.

Javier Serrano

Noviembre 2014

Que estas palabras te acompañen y te sirvan de guía hoy y siempre.

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Javier Serrano

Arquitecto, Productor de Seguros y Agente Inmobiliario apasionado por los deportes y Cronista, Camarógrafo y Fotógrafo Amateur

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