¿Quieres ayunar en esta Cuaresma?
Ayuna de juzgar a otros. Y llénate del Cristo que vive a tu lado.
Ayuna de palabras hirientes. Y llénate de frases que purifican.
Ayuna de descontento. Y llénate de gratitud.
Ayuna de enojo. Y llénate de paciencia.
Ayuna de pesimismo. Y llénate de optimismo.
Ayuna de preocupaciones. Y llénate de confianza en Dios.
Ayuna de quejarte. Y llénate de apreciar lo que te rodea.
Ayuna de las presiones que no cesan. Y llénate de una oración que no cesa.
Ayuna de amargura. Y llénate de alegría.
Ayuna de desaliento. Y llénate de esperanza.
Ayuna de pensamientos de debilidad. Y llénate de las promesas que te hizo Dios.
Ese es el ayuno que Dios quiere.
Que Dios los bendiga.
Colaboración de Norberto Lanata ( año 2.002 )
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