¿Te has dado cuenta que…?

Cuando otro actúa de una manera poco adecuada, decimos que tiene mal carácter;

pero cuando tú lo haces, son los nervios.

Cuando otro se apega a sus métodos o a sus gustos, es obstinado;

pero cuando tú lo haces, es firmeza.

Cuando a otro no le gusta tu amigo, tiene prejuicios;

pero cuando a tí no te gusta su amigo, sencillamente,

muestras ser un buen juez de la naturaleza humana.

Cuando otro hace las cosas con calma, es una tortuga;

pero cuando tú lo haces despacio, es porque te gusta pensar las cosas.

Cuando otro gasta mucho, es un botarate;

pero cuando tú lo haces, eres muy generoso.

Cuando otro encuentra defectos en las cosas, es un maniático;

pero cuando tú lo haces, es porque sabes discernir.

Cuando otro tiene modales suaves, es débil;

pero cuando tú los tienes, eres cortés.

Cuando otro se compra un auto del año, es vanidad;

pero cuando tú te lo compras, es necesidad.

Cuando a otro le da ira, es pecado;

pero cuando a tí te da ira, es que «tu carácter es así.»

Cuando otro te dice la verdad que no te gusta, es que no tiene amor;

pero cuando tú lo haces, es que eres sincero.

Cuando otro no te saluda, es que es orgulloso;

pero cuando tú no saludas, es que no lo viste.

Cuando otro no cumple con su deber, es un irresponsable;

pero cuando tú no cumples con tu deber, es que realmente no puedes.

Cuando otro tiene serias dificultades, es que está en pecado;

pero cuando tú las tienes, es una prueba.

Cuando otro no trabaja, es que es un vago;

pero cuando tú no trabajas, es que no consigues trabajo.

Cuando otro sufre escasez, es que es un mal administrador;

pero cuando tú sufres escasez, es que no ganas suficiente.

Cuando otro habla de los demás, es un calumniador;

pero cuando tú hablas de los demás, es para orar.

Cuando otro cae en tentación, es un pecador;

pero cuando tú caes en tentación, es una debilidad.

Cuando otro no acepta el reto, es un cobarde;

pero cuando tú no lo aceptas, es que no estás capacitado.

Cuando otro recibe bendiciones, es por la misericordia de Dios;

pero cuando tú recibes bendiciones, es porque te las mereces.

Cuando el hijo de otro es rebelde, él es mal padre;

pero cuando tu hijo es rebelde, es porque heredó el carácter del abuelo.

Cuando otro paga mal por mal, es porque es un vengativo;

pero cuando tú lo haces, es porque estás haciendo justicia.

Cuando otro cumple con su deber, es para acumular puntos;

pero cuando tú cumples con tu deber, es porque eres responsable.

 

Colaboración de Ana María Zacagnino

 

Publicado por

Javier Serrano

Arquitecto, Productor de Seguros y Agente Inmobiliario apasionado por los deportes y Cronista, Camarógrafo y Fotógrafo Amateur

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *