Orar

No le reces a Dios mirando el cielo ¡ mira hacia adentro !
no lo busques a Dios lejos de ti, sino en ti mismo;
y descubrirás que tú eres templo, sacerdote y altar, culto y ofrenda...
No le pidas a Dios lo que te falta ¡ búscalo tú mismo !
y Dios lo buscará contigo, porque ya te lo dio como promesa
y como meta, para que tú lo alcances...
No reproches a Dios por tu desgracia ¡ súfrela con Él !
y Él sufrirá contigo; que si hay dos para un dolor, se sufre menos...
No le exijas a Dios que te gobierne a golpe de milagros, desde afuera;
¡ gobiérnate tú mismo ! con responsable libertad, amando,
y Dios te estará guiando ¡ desde adentro y sin que sepas cómo !
No le pidas a Dios que te responda cuando tú le hablas
¡ respóndete tú ! porque Él te habló primero;
y si quieres seguir oyendo lo que falta, escucha lo que ya te dijo.
No le pidas a Dios que te libere, desconociendo la libertad que ya te dio
¡ anímate tú a vivir tu libertad ! y sabrás que sólo fue posible
porque tu Dios te quiere libre.
No le pidas a Dios que te ame, mientras tengas miedo
de amar y de saberte amado ¡ámalo tú!
y sabrás que si hay calor es porque hubo fuego,
y que si tú puedes amar es porque Él te amo primero.
 
Autor desconocido
 
 
Colaboración de Claudia Deluca
 
 

Te invitamos a compartir este texto y que lo envíes a quienes creas que lo puedan disfrutar o que les pueda ser de utilidad.

Nos encantaría recibir alguna reflexión, texto u oración que quieras compartir.

Publicado por

Javier Serrano

Arquitecto, Productor de Seguros y Agente Inmobiliario apasionado por los deportes y Cronista, Camarógrafo y Fotógrafo Amateur

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *