Gracias a Dios, llegó un poco de calma a nuestros corazones después de tantas emociones traumáticas. Aprovechemos esta tranquilidad para acercar nuestro espíritu a Jesús, para estar mejor preparados para darle nuevamente la bienvenida a nuestras almas. Que el señor nos ayude a purificar nuestros pensamientos y nuestras acciones. Que nos permita ver las situaciones a través de los anteojos del amor, el respeto, la tolerancia, el perdón, la humildad y el afecto.
Si tuviéramos que recomponer una relación con alguien, este es un buen momento para hacerlo. Si podemos acercarnos a alguien que necesite afecto, no dudemos en brindarlo. Si queremos sentirnos cerca de nuestros amigos, un mail o un llamado nos darán esa oportunidad.
Que lindo sería si todos pudiésemos abrir nuestros corazones y dejásemos que se bañen de amor a nuestros prójimos. Ojalá que podamos ser capaces de expresar ese amor. Que podamos pedir perdón o aceptar un pedido de disculpas. La decisión es nuestra. Podemos recibirlo a Jesús sintiendo su presencia en nuestros espíritus. Podemos darle gracias por acompañarnos y guiarnos. Podemos encomendarle que acompañe a nuestros seres queridos que ya han partido, y podemos decirle que nos gustaría recibir su paz, para que como él, podamos iluminar las vidas de quienes nos rodean.
Agradezco muchísimo los mensajes que me enviaron en estos días con sus mejores deseos para estas fiestas. Hoy quiero compartir esos buenos deseos con todos Uds. Les deseo a todos una Feliz Navidad.
Con mucho amor, Javier
24 de Diciembre 2001